Charla con un violador de lesbianas

31 marzo 2009

En enero, viajando por Sudáfrica, me enteré de una moda de esas latitudes que me puso orgulloso de la inocencia de los floggers. Digo esto sin intenciones de fomentar adeptos a esta tribu urbana que me desespera por los bajos promedios sinápticos de los cerebros de sus integrantes. Sin embargo, salvo en política, creo que es siempre más peligroso un idiota que un hijo de puta.
Allá –en Sudáfrica– hay un grupo de hombres que han decidido que es necesaria la reeducación de las lesbianas. “Es fundamental para el progreso del país hacerles entender a las mujeres que deben sentirse atraídas por los hombres. Cueste lo que cueste”, me dijo Engdhal, según él, el precursor de las violaciones de lesbianas. “Acueste a quién acueste”, pensé yo con cierta dosis de cinismo.

Engdhal tiene 34 años, y es mestizo. Es de esas personas con cara de bueno, y ninguna mujer sentiría miedo si lo tuviera en frente. Su hablar es pausado, con abundantes gestos y ademanes, y tiene una voz aguda y delicada.

– ¿Cuál es la idea de tu grupo? ¿Qué quieren lograr?
– Estamos convencidos que es fundamental reeducar a las lesbianas en la orientación sexual. Ellas tienen que tener sexo con hombres, y nosotros con ellas para que la especie se siga reproduciendo.
– ¿Quién tuvo esta idea original?
– Yo. Te voy a contar la historia de nuestro grupo. Siempre fui muy católico, es una herencia de mis abuelos ingleses. Además, yo era homosexual y estaba en pareja con un varón. El cura de mi parroquia me dijo que yo debía curarme, y que lo mío no era natural. Yo empecé a tener sexo con mujeres, y muchas veces tuve que pagar para hacerlo. Eran gastos para curarme, como comprar un remedio. Me costó mucho volver a ser una persona íntegra, orgullosa de sí misma, como Dios quiere.
– ¿Y Dios quiere que violes mujeres?
– No, yo no violo mujeres. Tengo sexo con lesbianas, aunque ellas no quieran. Es diferente. Es como vacunar a un recién nacido. El bebé llora y se opone a la inyección, pero uno lo hace por su propio bien. Además, antes de empezar a reeducar a las lesbianas yo gasté mucha plata difundiendo folletos, y nunca me hicieron caso. Yo no quise tener que llegar a esta situación.

En este momento de la charla, me acordé de una investigación científica a cargo de Milgram, que planteó la “teoría de la cosificación”, donde la esencia de la obediencia consiste en que una persona se considera una herramienta del superior y por lo tanto no es responsable de sus acciones. En esta investigación, se probó que la mayoría de los sujetos aplicaba descargas potencialmente mortales a otros individuos sólo porque debían cumplir esa orden (en realidad, no se realizaban las descargas, sino que las “víctimas” eran actores que simulaban ser electrocutadas). Quizás basado en esta teoría, el Poder Legislativo Nacional sancionó la Ley de Obediencia Debida.

– ¿Está bien lo que estás haciendo?
– Sí, yo me curé. Ellas también deben curarse, no es natural lo que hacen, son enfermas. Jamás podrían estar en paz con Dios si siguen con su modo de vida.
– ¿Crees que tu método sirve?
– Quizás una sola violación no las reeduque porque suelen tener miedo y lloran, entonces no disfrutan. Es importante que ellas cooperen para que puedan disfrutar del sexo natural y heterosexual que corresponde. Estoy convencido que una mujer que sea violada tres veces, a la cuarta ocasión (si es en un breve período de tiempo) se sentirá más tranquila porque sabrá que nada malo va a pasarle, entonces estando relajada va a disfrutar del sexo con un hombre y podrá curarse para estar en paz consigo misma y con Dios.
– Pero por lo que me dijeron, mataron a muchas mujeres…
– Sí, pero yo no fui. No estoy de acuerdo con el homicidio. No sé por qué las mataron, la organización se me fue de las manos, y no sé realmente cuántos ni quiénes somos los que buscamos la heterosexualidad femenina como valor fundamental. Yo no maté a nadie. A lo mejor, los que hicieron eso se sintieron frustrados porque ellas no disfrutaban como corresponde. No creo que sean hombres malos, sino simplemente inexpertos y ansiosos por los resultados.
– ¿Cuántas lesbianas violaste?
– ¿A cuántas mujeres les diste un beso?
– No sé, no me acuerdo.
– Yo tampoco.

Si querés ver las noticias sobre las violaciones de lesbianas podés entrar acá, acá o acá.

7 Responses to “Charla con un violador de lesbianas”

  1. Inés Zarazaga Says:

    IMPRESIONANTE. Nada más

  2. Lida Says:

    Goni!! Vos siempre con tus locuras!! Espero que después del golpe/corte puedas seguir pensando estas cositas para escribir!!

    p/d: Juro que no te hice ningún gualichooo!!

  3. Pini Says:

    Y todavía nos sorprende la idiotez humana… increible que algunos dementes puedan asustarnos y lo peor que la institución católica queme a la raza por tener un dedo más largo que otro.

  4. jo Says:

    guau gon, EXCELENTE parodia. está todo: la moral[ina] [arbitraria y barata] que es argumento de todas las cosas, la desligación de toda culpa, el fin que justifica los medios, el esencialismo sobre el que se erige la justificación de la opresión: todo lo que compone cualquier discurso que pretende imponer un ‘deber ser’ de las cosas según una visión fundamentalista y opresiva (de ‘derecha’ se diría si no fuera porque se aplica desde derechas, izquierdas y otros lados; es mucho más que eso).
    me parece que tu entrevista desmantela los elementos que en ese discurso siempre están en juego, y la argumentación que es simpre la misma (existe lo que está bien y lo que está mal/hay que reformar lo que está mal para que la sociedad funcione en el bien/en el camino queda todo lo que esé fuera del patrón bien/mal diseñado por ‘nosotros’ -los que decidimos cómo debe ser la cosa, que dejamos un margen en nuestro rígido esquema moral para hacer las cosas que son necesarias para proteger nuestra moral).
    te confieso que me puse a releer sobre sátria/parodia/ironía para recordar un poco porque me parece que este texto funciona de forma perfecta -y explico esto más tarde porque ahora me estoy yendo -pero no quería dejar de decírtelo -me parece excelente esto que acabo de leer. un beso enorme

  5. esalinea Says:

    Guau, Jo… muy buena tu investigación sobre sátira/parodia/ironía. Tengo que confesar que nunca pretendí poner todas esas cosas que decís que hay. Gracias por tu lección sobre cómo hacer una parodia y por dedicar 5 min para dejar tu comentario. Un beso grande.

  6. lesbiana orgullosa de serlo Says:

    yo como lesbiana les tengo un asco natural a los hombres, y no porque me haya pasado algo malo sino por reafirmación de mi sexualidad. Cuando te das cuento que algo te gusta tambén te das cuenta lo que NO te gusta. Pero leer esta cosas me despierta una misandría y un odio hacia los hombres que me hace desear que el homicidio sea legal y poder comprar un arma y salir a la calle a matar a estos violadores de lesbianas. LOS ODIO, HIJOS DE PUTA MALNACIDOS HIJOS DE PERRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

    • esalinea Says:

      Toda violación es condenable. La de una lesbiana, la de una heterosexual, y la de hombres o niños/as. No sé si hay que matar a la gente (incluso a estos hijos de puta), pero igual, acá se aceptan todas las opiniones.
      Gracias por comentar.


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